
Pero existen ciertos artefactos, sobre todos los eléctricos, para los que se deben respetar ciertas normas al momento de su instalación. Un buen ejemplo de esto son las heladeras, que deben estar ubicadas a cierta distancia de la pared para que funcione de manera correcta (generalmente en el manual de usuario se indica específicamente cuántos centímetros de separación debe tener con respecto a las paredes)
Es recomendable también instalar la heladera en un lugar donde quede lo más lejos posible de artefactos que emitan calor, tal el caso de los hornos y las cocinas, los que suelen ubicarse generalmente en el centro de la cocina.
Finalmente, y por cuestiones estéticas, las heladeras deben ser ubicadas junto al mueble de mayor altura presente en la cocina.