
La estrategia de La Mueblería implicó inundar con sombrillas de color azul y alusivas a la tienda de muebles alicantina, antes de que comenzaran a llegar los primeros bañistas, los que se fueron encontrando con el funcional y más que original regalo.
En una primera instancia, a quienes se acercaban a la playa les invadía una gran intriga la que era cambiada por una sonrisa, tras leer una pequeña etiqueta presente en la sombrilla donde se expresaba que se trataba de un obsequio de La Mueblería.